"La estrategia de Katy Perry: comiendo tacos y conquistando a Latinoamérica"
- Jaime Alfonzo
- 14 nov 2024
- 3 Min. de lectura

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Columna de opinión de Jaime Alfonzo.
"La estrategia de Katy Perry: comiendo tacos y conquistando a Latinoamérica"
La reciente estrategia de la cantante Katy Perry, en la que ha decidido promocionar su próxima gira en México comiendo tacos callejeros y compartiendo momentos aparentemente espontáneos con el público, es una muestra clara de una táctica de 'baño de pueblo' que muchos artistas han utilizado para mantenerse relevantes en una etapa de declive en su popularidad. Esta maniobra, lejos de ser algo nuevo, sigue un patrón ya conocido en la industria del entretenimiento: buscar cercanía con el público para revitalizar la imagen y despertar interés en un mercado que garantiza buenas ganancias.
Ejemplos de otras figuras que han adoptado estas tácticas incluyen a Madonna, quien en su gira de 2008 por América Latina visitó mercados y participó en eventos locales para reafirmar su cercanía con sus seguidores, o a los Rolling Stones, que han aprovechado el fervor del público latinoamericano en etapas en las que su popularidad mundial había sufrido altibajos. Incluso artistas más jóvenes como Justin Bieber han recurrido a estas estrategias, haciendo apariciones sorpresivas en lugares públicos durante sus visitas a ciudades como Río de Janeiro y Ciudad de México.
Katy Perry, con 39 años, se encuentra en una etapa de su carrera que ya no es el cénit que disfrutó durante la primera mitad de la década de 2010, cuando lanzaba éxitos como "Firework" y "Teenage Dream" y lideraba las listas globales. Aunque sigue siendo una artista reconocida, es evidente que su estatus de estrella pop ha decaído en comparación con sus años de mayor brillo. En esta nueva etapa, aprovechar la devoción del público latinoamericano, conocido por su pasión y lealtad, se convierte en una jugada estratégica para mantener ingresos significativos.
La decisión de recorrer países como México, donde el público es efusivo y las entradas a conciertos suelen agotarse por el simple hecho de que una estrella internacional los visite, es una vía segura para reactivar la relevancia y las finanzas. Este tipo de acercamiento no solo genera ingresos por las presentaciones, sino que también produce un rebote en las redes sociales, que proyecta una imagen de artista accesible y comprometida con sus fans.
El acto de comer tacos prácticamente en la calle, recientemente protagonizado por Perry, se convierte en el símbolo perfecto de este esfuerzo por 'humanizar' a la figura de la cantante. Sin embargo, esta clase de movimientos muchas veces son percibidos con escepticismo. En la cúspide de su carrera, cuando cada uno de sus movimientos era seguido por cámaras y ocupaba portadas, Perry nunca hubiera optado por estas acciones de aparente sencillez. Hoy, sin embargo, el panorama es diferente: con una presencia mediática más discreta y una competencia feroz con artistas de nuevas generaciones, cualquier acción que la acerque al público es bienvenida.
Los beneficios para Perry son evidentes: más allá del rédito económico, su imagen recibe una inyección de frescura. Sin embargo, el hecho de que esté dispuesta a participar en estas actividades deja entrever una necesidad de mantenerse en el radar. A diferencia de otras etapas de su carrera, donde su figura podía basarse únicamente en la fuerza de sus hits, ahora necesita sumar esfuerzos para recordar al público que sigue vigente.
En comparación con otras artistas de su generación, como Lady Gaga o Beyoncé, que han optado por mantener un perfil de exclusividad y no han recurrido tan abiertamente a estas estrategias, Perry muestra un enfoque más pragmático, posiblemente consciente de que su momento más fulgurante ha quedado atrás. Esta gira por México y el resto de Latinoamérica se perfila, pues, no solo como un recordatorio de su talento, sino como una señal de la madurez artística y la realidad económica que enfrenta una estrella pop que ha visto pasar sus mejores días.
Con el paso del tiempo, y con la edad haciéndose notar, este tipo de estrategias pueden ser una herramienta útil para asegurar la permanencia en una industria que premia la juventud y la constante reinvención. En este contexto, Perry demuestra que está dispuesta a jugar todas sus cartas para mantenerse relevante, incluso si eso implica, literalmente, bajarse del escenario glamuroso para comer tacos en la calle.
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