Globos de Oro 2025: Desafío, Soberbia, Dios, Incendios y Mansiones
- Jaime Alfonzo
- 12 ene
- 3 Min. de lectura

ALPHA:
Columna de opinión de Jaime Alfonzo.
Globos de Oro 2025:
Desafío, Soberbia, Dios, Incendios y Mansiones
La 82.ª edición de los Globos de Oro dejó muchas imágenes para el recuerdo, pero ninguna tan reveladora como el momento en que Nikki Glaser, con su característico humor incisivo, expuso una verdad incómoda. Durante la ceremonia, la presentadora hizo un irónico recuento de agradecimientos en los discursos de aceptación: los equipos técnicos recibieron 11 menciones, las madres de los galardonados tres, pero “Dios, creador del universo”, no fue mencionado ni una sola vez. “No es ninguna sorpresa en esta ciudad sin Dios”, sentenció Glaser con una sonrisa que desató carcajadas en el público presente.
El comentario, aparentemente ligero, revela un detalle profundo sobre el estado actual de la industria del entretenimiento. En un lugar que solía celebrar el concepto de algo más grande que uno mismo, el agradecimiento a lo trascendental ha sido reemplazado por una celebración del ego, los logros individuales y las relaciones tangibles. Las menciones a Dios, antes un lugar común en galas de premiación, han desaparecido casi por completo en una industria cada vez más secularizada.
El acto más controvertido de la noche vino poco después, cuando Glaser apareció en el escenario vestida con una mitra y un báculo, elementos de la vestimenta eclesiástica, en una parodia inspirada en la película Cónclave. Aunque el público respondió con risas, el sketch no estuvo exento de críticas por ser considerado una burla hacia símbolos religiosos. Este episodio marcó un momento clave en una ceremonia que, bajo la lente de la sátira, mostró cómo Hollywood se ha distanciado no solo de la espiritualidad, sino también de las sensibilidades de una parte importante de su audiencia global.
Lo irónico es que, mientras Hollywood ensalza valores como la diversidad y la inclusión, parece haber poco espacio para reconocer lo espiritual o lo trascendental. Esto no se trata de abogar por una agenda religiosa, sino de reflexionar sobre cómo esta ausencia de menciones revela una desconexión cultural que podría estar alienando a una porción significativa del público.
La comedia de Glaser, aunque eficaz en su objetivo de hacer reír, también plantea una pregunta importante: ¿es Hollywood un reflejo de la sociedad o un espejo distorsionado que elige lo que resaltar y lo que ignorar? Si bien es cierto que el agradecimiento a los equipos técnicos o a las madres es más que merecido, la ausencia de mención a Dios —o a cualquier idea de algo que trascienda lo humano— deja un vacío simbólico que no puede ser ignorado.
El futuro de los premios Oscar
Con esta polémica sobre la mesa, la atención se desplaza inevitablemente hacia los premios Oscar, la máxima celebración del cine, programados para el próximo 9 de marzo de 2025. Las preguntas sobre cómo abordará esta ceremonia los temas de diversidad, inclusión y sensibilidad cultural son inevitables. La Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, que ha enfrentado críticas en los últimos años por su falta de representación, podría optar por una estrategia que combine un enfoque renovado hacia la pluralidad con un respeto cauto por los límites de la sátira.
Sin embargo, también hay rumores en los pasillos de Hollywood que sugieren que, debido a la controversia en torno a los Globos de Oro, la Academia podría realizar ajustes en el formato de la ceremonia para evitar situaciones que puedan ser percibidas como ofensivas. Aunque no se contempla la suspensión de los premios, las tensiones en torno a estas cuestiones podrían influir significativamente en el tono y la narrativa de la gala.
La gala de los Globos de Oro 2025 no solo celebró a los mejores del cine y la televisión, sino que también reveló las prioridades culturales de una industria que influye en todo el mundo. En medio de los aplausos y los discursos, se nos invita a reflexionar: ¿qué dice de nosotros como sociedad el hecho de que olvidemos lo trascendental? Tal vez sea hora de recordar que un agradecimiento, cuando incluye algo más grande que uno mismo, no solo honra, sino que también conecta. Y en ese acto simple, pero poderoso, yace el verdadero brillo que ni siquiera Hollywood puede igualar.
Comments